jueves, 16 de julio de 2015

Puede sonar a excusa...

batalla épica cuando te toca fregar

Estaré unos días ausente queridos lectores. Cada año por estas fechas me voy de campamento y como es normal no escribiré nada. Ya voy por el séptimo y sigo teniendo ese ansia de llegar al sitio de acampada y empezar a montar tiendas, ayudar a los más chicos con las suyas, descargar la furgoneta con la comida y materiales...

Pero antes de marchar os quiero pedir algo. Algo que a veces olvidamos y que deberíamos recordar cada día: hace unos años (por tu apariencia diría que pocos, mozo) fuimos un espermatozoide entre 250 millones que llegó al óvulo y nos constituyó en lo que hoy somos. Partiendo de eso, que no es poco, debemos dar las gracias cada día por estar aquí, sanos y cuerdos. Por poder ver el sol salir cada mañana si nos diera por levantarnos temprano, por tener pan que llevarnos a la boca, y por tener personas que nos quieren y nos cuidan. Eso es más que suficiente.


No os quejéis por tonterías, por favor. Resulta insultante escuchar o leer cosas como ''qué asco de vida'' por no ir a una fiesta o por no tener unas zapatillas de playa a conjunto con mi bañador verde agua mientras hay personas que no pueden asegurar que al día siguiente vayan a comer.

2 comentarios:

  1. Esperó que te lo pases muy bien en el campamento y escribas a tu regreso las anécdotas y vivencias de este año. Es cierto que mucha gente no se da cuenta de la suerte que tiene por poder comer todos los días....pero es eso que no nos damos cuenta xq no miramos a las personas q peor lo están pasando
    Un besito y que te lo pases súper bien...te quiere tu madrina

    ResponderEliminar
  2. Cuánta razón. A veces cuanto más tenemos más nos quejamos, no valoramos todo lo que está a nuestro alrededor. Con tus pocos años ya has llegado a eso, lo que demuestra gran sensatez y sensibilidad por tu parte.

    ResponderEliminar

Gabriel García Márquez- 100 años de soledad

  Esto lo escribí en octubre de 2021 ’El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señarlas...