¡Buenas noches queridos lectores!
En esta noche de inicios de diciembre -en la que uno no sabe del todo bien si mañana debe madrugar o no- os traigo algo que hace bastante que no se veía por aquí: una recomendación literaria acompañada de una pequeña crítica cinematográfica.
En primer lugar aclararé algo. Ni soy ningún experto en cine ni me considero cinéfilo, por lo que mi entendimiento sobre este arte no van muy allá. Análogamente, aunque en literatura si estoy algo más puesto, he de decir que mis conocimientos sobre el libro y autor son únicamente los que adquirí al leer la novela. A pesar de todo, dado que he disfrutado al ver la película casi tanto como leyendo el libro, me dispongo a motivaros a que también vosotros lo hagáis. Sin más dilación:
Lo primero que debéis saber es que el libro y su adaptación pertenecen al género terrorífico y de suspense. En este caso, la novela consigue asustar al lector mucho más que la película al espectador. Stephen King consigue que imagines y visualices perfectamente cada escalera, pasillo, cuarto de calderas y, por supuesto, suceso escalofriante que tiene lugar en el Overlook Hotel. Sin embargo, al ver el film no me asaltó, ni de lejos, ese miedo ni esa tensión; aunque es cierto que al ver la película después de leer el libro, ya sabía qué iba a ocurrir -o que se supone que debía ocurrir- en cada escena. Como ejemplo pondré el capítulo de la habitación 237, que hizo que pasara varias semanas mirando tras la cortina de la bañera cada vez que entraba al cuarto de baño. No podía permanecer allí sin cerciorarme previamente de que no había nadie dentro. Si alguien prueba a leer la obra entenderá a qué me refiero.
Analizando ahora la adaptación, resulta imperdonable, por mucho que seas Stanley Kubrick (director del film) y que sólo tengas 2 horas para hacer tu película, que elementos tan importantes en la novela como son el ascensor, la sala de calderas y su diario escondido, el jardín animado (vagamente sustituido por un laberinto) o la trascendencia del personaje de Halloran (tristemente asesinado con un hacha tras hacer miles de kilómetros) sean despreciados en la adaptación. Mención aparte y tajante para el final de la película: indignante ofensa al precioso desenlace que ideó Stephen King.
Pero bueno, también hay cosas buenas en la adaptación cinematográfica. Los planos del hotel, con las cordilleras detrás y medio enterrado en nieve, son maravillosos; te hacen consciente de la magnitud del Overlook, sin dejar de ser bastante tétrico. Por todo esto pienso que la elección del edificio de rodaje es bastante buena. Si os interesa, se trata de Timberline Lodge en Mount Hood, Oregón (Stephen King se inspiró, en la obra original, en el hotel Stanley, Colorado). El otro gran triunfo de la dirección de Stanley Kubrick son, para mí, los planos desde atrás del triciclo de Danny, mientras éste juega por el hotel. Consiguen ponerte en tensión con cada esquina por la que pasa el niño, esperando siempre lo peor. Para más enhorabuena de la dirección, tenemos que tener en cuenta que la película es del año 1980.
Hablemos ahora un poco de la adaptación de los personajes:
- Danny, hijo de Jack y Wendy Torrance, interpretado por Danny Lloyd. Aparece como un niño demasiado pequeño. Quiero decir, en la novela imaginas a un chico de algo más de 4-5 años, debido a la gran inteligencia que demuestra. Muy desafortunada la forma de dar vida a Tony (su ''amigo imaginario'') al más puro estilo Eté con su dedo.
- Jack Torrance, interpretado por Jack Nicholoson, muy fiel a como lo imaginaba. Buena interpretación en buena parte gracias a esa cara de perturbado que sabe esconder su locura y, aunque parezca una tontería, a sus cejas, que acentúan la locura en sus miradas.
- Wendy Torrance, interpretada por Shelley Duvel. Muy trabajadas sus caras de terror puro (su cara parecía estar hecha para interpretar ese papel), al contrario que sus movimientos. Una mujer que se enfrenta a un marido loco, llegando incluso a encerrarlo en una cámara frigorífica, no puede correr como una princesita de cuento que huye de una cucaracha.
- Dick Hallorann, interpretado por Scatman Crothers. La representación mas fidedigna de entre todos los personajes de la obra. Una verdadera pena su irrelevancia en la película, pues en la novela es un personaje casi tan importante como los otros antes mencionados. Es además mi personaje favorito, debido en gran parte a las reflexiones finales que tiene en la conversación con Danny, en el último capítulo de la novela. Sí, en el libro sobrevive.
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| Danny jugando inocentemente por los pasillos del Overlook |
Pues bien, no me queda más que rogaros que deis una oportunidad a una de las dos manifestaciones de la historia -preferentemente al libro- para que me comentéis vuestras sensaciones al respecto y, de paso, paséis algo de miedo con una historia genial. Igualmente os animo a que comentéis si ya habéis disfrutado de la película o la novela.
Hasta pronto queridos lectores, y recordad siempre... sin tele y sin cerveza Homer pierde la cabeza.
