martes, 25 de agosto de 2015

O buscarse una sorda para que nada falte.

Buenas noches queridos lectores. Después de diversos estudios por diferentes universidades y centros de investigación he descubierto que el ''bang'' equivale a 10-12 días dependiendo de si la bayeta con la que limpiemos es azul o amarilla, y cumpliendo con mi palabra aquí estoy de nuevo.

Hace relativamente poco tiempo descubrí que una de mis mayores aficiones es la poesía, y aunque no he leído nada en comparación con lo que me gustaría, tengo ya algunos autores y poemas favoritos. Dicho esto, no me queda otra que agradecer a mi profesora Reyes por dejarme un par de libros con algunos de los poemas de Luis Alberto de Cuenca, y como no podía ser de otra forma, por engancharme al verso.


Pues bien, os presento esta joyita llamada ''Noche de ronda'' del filólogo, ensayista, investigador... y por supuesto poeta anteriormente nombrado.



En otro tiempo hubieras empleado la noche
en hablarle de libros y de viejas películas.
Pero ya eres mayor. Ahora sabes que a ellas
les aburren los tipos llenos de nombres propios,
que tu bachillerato les tiene sin cuidado.
De modo que le dejas tomar la iniciativa,
desconectas y finges que escuchas sus historias,
que invariablemente -recuerdas de otras veces-
versan sobre el amor, los viajes, la dietética,
su familia, el verano, la buena forma física,
el más allá, las drogas y el arte postmoderno.
De cuando en cuando asientes, recorriendo sus ojos
con los tuyos, rozando levemente sus muslos,
y elevas a los cielos una angustiosa súplica
para que aquella farsa termine cuanto antes.
Pasarán, sin embargo, todavía unas horas
hasta que, ebria y afónica, se abandone en tus brazos
y obtengas la victoria pírrica de su cuerpo,
que, pese a los asertos de tres o cuatro amigos,
será muy poca cosa. Y, cuando esté dormida,
saldrás roto a la calle en busca de una taza
de café gigantesca, maldiciendo las copas
que arruinaron tu hígado en la estúpida noche
y pensando que, al fin y al cabo, merece más la pena
no comerse una rosca y hablarles de tus libros,
amargarles la vida con Shakespeare y con Griffith.
O buscarse una sorda para que nada falte.



Con esta entrada quería sobre todas las cosas que sepáis que existe mas poesía fuera del libro de lengua y literatura, y que merece, como mínimo, una oportunidad. Si os ha gustado este poema os aconsejo que leáis más de este autor como: ''ADN'', ''La malcasada'', ''El desayuno'', ''Mal de ausencia'' o simplemente que leáis, es maravilloso.

Va siendo hora de dormir, buenas noches queridos lectores, escribiré pronto.



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